La hipoteca
inmobiliaria es un derecho real de garantía que recae sobre un inmueble la cual
permanece en poder del deudor hipotecario. Si éste cumple con su obligación, la
hipoteca puede ser cancelada, si no lo hace, el acreedor hipotecario tiene la
facultad de ejecutar la hipoteca, cobrando el importe de su creidito con el
dinero obtenido de la subasta del inmueble objeto de la garantía La hipoteca se ha de constituir forzosamente en
escritura publica, ante notario, y debe inscribirse en el registro de la
propiedad. Una vez cumplida la obligación principal por
parte del deudor la anotación hipotecaria permanece en el registro hasta su
cancelación. La hipoteca inmobiliaria es uno de los
gravámenes reales más utilizados, sobre todo para garantizar préstamos a largo
plazo, entre los que destacan los utilizados para la adquisición de viviendas.
En el supuesto de que la compra se realice directamente a
constructores que venden inmuebles nuevos, si los compradores finales no pagan
al contado se subrogan en el préstamo hipotecario que el constructor tomó en su
día para financiar la obra.